martes, 10 de junio de 2014

Los horarios flexibles son beneficiosos para el rendimiento laboral.

Hoy comentaremos el libro best seller de Jason Fried y David Hainemeier Hannsson titulado “Rework”, (2010).

Más horas en el trabajo no implica más o mejores resultados.

En él se comenta textualmente: “Esta adicción al trabajo no solo es innecesaria: es estúpida. Trabajar más no significa que seas más responsable o que consigas hacer más. (…) Además, los adictos al trabajo yerran el tiro. Quieren arreglar problemas a base de echar horas. Pretenden compensar la pereza mental con fuerza bruta. Lo que resulta en soluciones inelegantes”.

Quizá algunos jefes que se sienten satisfechos cuando ven al personal quedarse en la oficina hasta muy tarde, deberían más bien inquietarse. La abundancia de horas puede ser síntoma de que se trabaja mal y ellos no saben dirigir y organizar. Antes que más horas, hace falta inteligencia para hacer el trabajo en menos tiempo: eso es precisamente aumentar la productividad.

Horas y productividad suelen ir en relación inversa de dos modos. Por un lado, la mejora de la productividad facilita trabajar menos tiempo. Por otro, a partir de cierto punto, trabajar más perjudica la productividad.

Los horarios flexibles son, por lo general, beneficiosos para el rendimiento y la satisfacción de la plantilla, y a la postre, para los resultados de la empresa. Son el tercer aspecto más importante para la satisfacción de los asalariados, después de la retribución y la estabilidad del empleo.


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